
Hemos querido unirnos al movimiento mundial Bring back our girls para intentar que las niñas no sean olvidadas y que los Gobiernos se impliquen en su liberación aunque haya pasado ya un año. Se cree que la única forma de liberarlas y evitar más secuestros es a través de la presión de la comunidad internacional.
Por eso, con este acto queremos unirnos a este movimiento y defender los derechos de la infancia y, en concreto, el derecho a la educación de los más vulnerables. La educación es un derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos. La educación promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el desarrollo. Sin embargo, millones de niños y adultos siguen privados de oportunidades educativas, en muchos casos a causa de la pobreza y de la violencia. Es fundamental no ser indiferentes.